









La antigua “capital del caucho” atrae a visitantes de todo el planeta con ansias de explorar la selva. Cultura y naturaleza virgen definen este destino para soñadores.
Iquitos es el principal puerto sobre el río Amazonas y el punto de partida ideal para descubrir la selva. Conocido como la “capital del caucho”, este enclave peruano tuvo su época de gloria y luego un gran bajón, a partir de 1915. Sin embargo, en 1982 volvió al ruedo, con el rodaje de Fitzcarraldo, del prestigioso director alemán Werner Herzog.
Hoy, el auge es el turismo. En el casco histórico, repleto de ruidosas mototaxis, se puede ver la herencia arquitectónica de la era del caucho, y una rareza: “La Casa de Hierro”, construida por Gustav Eiffel, el arquitecto de la torre parisina. También existen barcos exclusivos para travesías de varias jornadas por ríos y selvas. Además de albergues y lodges en algunas hermosas orillas y cerca de los límites de la Reserva Nacional Pacaya Samiria, refugio de 2.800.000 km2 de selva virgen.
En la zona se desarrollan actividades económicas que contribuyen a la riqueza del país, y es única porque concentra la mayor biodiversidad: 31 ecosistemas y 14.712 especies de animales, y acoge a una pluralidad de culturas ancestrales con más de 60 etnias.
El turismo en Iquitos incluye un promedio entre más de 40 mil a 100 mil turistas anualmente, y el cual espera ascender rápidamente en los próximos años con los vuelos internacionales, y ser el hogar oficial y conmemorativo de la cuenca amazónica.Nombrada como la Capital Ecológica del Mundo. Haz de la ciudad portuaria de Iquitos tu campamento base para explorar la cuenca amazónica peruana. Como es natural, el río y la selva constituyen las principales atracciones

Himno a la Ciudad de Iquitos
Autor: Raúl Vásquez




